lunes, 27 de mayo de 2013

Achaman: Medalla de Oro de la Ciudad de San Cristobal de La Laguna. I Festival Achaman (2013): Atlantes, Jóvenes Cantadores y Achaman.


 “Achamán comenzó su trayectoria musical cantando con el corazón, y siempre ha cosechado éxitos porque, como diría Antonio Machado, “Anoche cuando dormía/soñé, bendita ilusión,/que era Dios lo que tenía/dentro de mi corazón”. Y es que Achamán canta tan bien porque, en verdad, tiene un Dios dentro como es Achamán, palabra guanche que significa lo que es este grupo dentro del acontecer histórico-folclórico de Canarias, es decir, grande, sublime y sustentador de la tierra donde se alza erguido y altivo sobre la ideología de la honradez y de ese Cielo hasta donde suben sus cantos, dada la calidad de los mismos…”

Con estas bellísimas palabras, el ilustre periodista y padrino del Grupo Musical Achaman, Domingo Barbuzano, inició la presentación del Primer Festival Achaman, en el Pabellón de Las Mercedes, local habitual de ensayos de esta gran formación musical.


Este primer festival, arranca con la consumación de un acto de justicia, tantas veces solicitado desde distintos círculos de nuestra cultura, y personificados en la figura de Domingo Barbuzano. Nos referimos al merecido otorgamiento de la Medalla de Oro de la Ciudad de San Cristobal de La Laguna, a este distinguido colectivo, con más de tres décadas de historia.
Durante algo más de tres horas, y con un local repleto de entusiastas seguidores, una vez más el Grupo Achaman dio claras muestras del por qué son dignos merecedores de tan alta distinción. Y con ello no sólo nos referimos a su extraordinario talento musical,  que nunca deja de sorprendernos, sino a algo más trascendente e imperecedero como es su calidad humana, siendo ésta la  más palpable referencia de lo mejor de sí mismos.

Prueba de esta humana empatía,  es su voluntad de compartir tan significativo acto con otras dos grandes formaciones musicales: Jóvenes Cantadores y Atlantes. El resultado de tan espléndido cartel no podía ser otro que el de una memorable velada cargada de solvencia musical y entrañable emotividad.
Mucho hemos escrito, desde este pequeño apartado, sobre la trayectoria y especificidades de Achaman, porque muchos son sus méritos y las ocasiones que nos brindan para ello.  Y es que escribir sobre Achaman es hacerlo sobre una de las trayectorias musicales más coherentes de nuestro panorama musical. Una larga trayectoria de esfuerzo y entrega de todos cuantos han tenido el honor de formar parte de esta formación, y de la que tanto pueden sentirse orgullosos. Y es que Achaman es de esos colectivos,  cuya solera y solidez, les ha permitido reafirmarse en el tiempo, superando cuantos avatares y etapas han ido propiciándose en el devenir de los años. Hasta tal punto es su solidez,  que siempre experimentamos la sensación de encontrarnos con un “Achaman más Achaman que nunca” al comienzo de cada una de sus nuevos ciclos.
Es una grata sensación que pudimos experimentar en la última y brillante etapa, cuya culminación trajo consigo las extraordinarias producciones discográficas “Vivo” y “Con el alma en la música”, que tan profunda huella dejó en el sentir musical de todos nosotros, y de la que resulta innegable mostrar todo nuestro sincero  cariño y admiración, por Celso Gómez, como figura responsable, y de Antonio Hernández, como director musical  en aquel brillante periodo.

Pero, como apuntábamos  anteriormente,  Achaman,  tras las nuevas incorporaciones, con el querido amigo Javier Marichal como cabeza visible, y con Héctor González en la dirección musical, vuelve a producirnos la grata sorpresa y a suscitarnos la misma sensación ya vivida en la etapa precedente, mostrándonos nuevamente una singular y renovada impronta musical de la que sólo puede augurarse el mejor de los éxitos.


Muy merecedores de todo cuanto hemos escrito más de una vez en este espacio,  es el grupo Jóvenes Cantadores, que tras haber cumplido su quinto aniversario y con un flamante y prodigioso disco “Mestizo”, alcanza la consolidación y el estatus para  ser considerada como una formación musical indispensable en la larga y nutrida lista de grupos cuya actividad y producción les ha llevado a ocupar, con todo merecimiento y justicia, un lugar referencia en la pequeña historia de nuestra música. 
Y es que la frescura y el precoz talento han fraguado en la consumación de una determinada  forma de entender e interpretar nuestra música tradicional y popular. Esa reafirmación en su particular línea creativa e interpretativa es el mejor indicio y presagio de su voluntad en perpetuarse como formación musical con singularidad en las formas y en el fondo.




Por último, aunque mucho menos de lo que hubiéramos querido, también más de una vez hemos trasladado a estas líneas los sentimientos y emociones que afloran al escuchar a un  grupo de la envergadura de Atlantes. Y es que Atlantes, por las circunstancias que sean, lamentablemente se prodiga muy poco por los escenarios y plazas de nuestra tierra. Es como uno de esos míticos cometas que muy de vez en cuando reaparece en el firmamento para deslumbrarnos a todos con su rutilante estela. Pero…cuando reaparece… ¡ que grandioso prodigio amigos ¡. Porque Atlantes es en términos poético-musicales absolutamente intenso y rotundo. Nada hay equiparable ni comparable. Son ellos…Atlantes…y sólo ellos.
Que temas como “Mar y salitre” o “Mi voz es el viento” no se propaguen por todos los rincones de nuestra tierra, es un pecado mortal, del que el tiempo y la historia darán cuenta algún día a quienes teniendo los medios para hacerlo, se instalaron en la indiferencia y la desidia…por no decir en la estupidez que reina en  todos aquellos que ven en la moda y el mercadeo,  su mejor y única opción para sobrevivir en la música.



Achaman, Jóvenes Cantadores y Atlantes…¡ queda aún  tanto por escribir…!


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y para Etnografía y Folclore.