domingo, 27 de marzo de 2011

Isabel Gonzalez. "...se es como se canta...y se canta como se es".

Es en esta afirmación, desprendida de una extensa y grata entrevista, donde se despliega y sintetiza, la rotundidad de Isabel González como persona y como cantante.

Porque en Isabel, canto y vida, responden a una misma pauta existencial. En ella no hay dobleces ni facetas. En ella, la mujer y la cantante conjugan una misma expresión personal: una existencia vivida en el canto como mejor motivación para vivir.

Porque la figura artística de Isabel no se diluye tras bajar la escalinata de un escenario, como tampoco, tras esos mismos rutilantes focos, logra disiparse su impronta de luchadora mujer de a pie.



Confiesa seguir experimentando su curiosa inclinación a asociar determinados temas musicales, que guarda para sí, con entrañables momentos de su vida; conformando una inseparable banda sonora vital que sustenta y arropa la intimidad de su alma.

Recuerda con simpatía como su madre le contaba que antes de empezar a hablar ya canturreaba… a su manera. Muy pocos años después iniciaba su andadura musical en la Agrupación Nieve y Lava, de Santa Cruz de Tenerife, en compañía de sus tíos y abuelos, y siempre al amparo de una de las personas que más han influido en su trayectoria musical: nos referimos a la figura de su querido y admirado padre, Alberto González. De él, de su extraordinaria sensibilidad, proviene la más contundente fuerza y expresividad interpretativa, que se destila en cada uno de los temas que conforman su impresionante bagaje musical. Porque es en aquellos primeros tangos y boleros de la niñez donde se fraguó la más apasionada voz que jamás pudiese alumbrarse desde la profundidad de unos ojos de azabache.

“…Esperanza que acaricia el amor perfecto;
soy la estructura apasionada
por la que no pasa el tiempo,
bolero…
cuántas veces has dicho: te quiero…”


Con estos versos de su padre, inicia Isabel González su trayectoria discográfica, materializando su primer registro con el nombre de Bolero, en el que queda ya definida su dimensión como artista carismática de inimitable estilo personal.

Pero, independientemente de este trascendental hecho, la irrupción de este primer disco en el panorama musical de las islas, va a suponer el surgimiento de una peculiar manera de aproximarse al bolero desde determinados recursos musicales que han venido caracterizando la canción tradicional canaria. La sorpresiva incorporación del timple de Benito Cabrera junto al requinto de Ignacio Borrego, la inesperada apoyatura a la melodía con el trinar de púas, y la portentosa aportación coral del grupo Achaman, vienen a configurar una singular producción que ha marcado el camino para muchos de los autores de prestigio de hoy en día.

Como una categórica reafirmación en el camino iniciado, irrumpe su segundo disco al que titula “Ya te vas amor”, donde una vez más Alberto González realiza una propuesta temática sugestiva, y donde se ratifica la prodigiosa garra artística de Isabel, en temas musicales de calado dramático como “Puro teatro”, “Nostalgia” o “Madrigal”; o de contenido romántico, como “Acudo a ti”, en compañía de Chago Melián; sin olvidar el apasionado “Esta noche seré tuya” compuesto para ella por Braulio.

A estas dos extraordinarias grabaciones discográficas se le suma una tercera que toma por título D´origen, en reconocimiento al nombre de la banda de músicos que siempre acompañan a Isabel en sus múltiples actuaciones. Esta tercera entrega, bajo la producción de Lucas Rojas, viene a mostrarnos la prodigiosa versatilidad estilística de Isabel González, al ofrecernos, con excepcional soltura, un variado repertorio basado en conocidos temas del folclore latinoamericano. En este tercer disco de Isabel, resulta muy notorio apreciar la perfecta conjunción de su impresionante potencia vocal, en temas como “La Malagueña” o “La Galopera” , con la portentosa multiplicidad de matices tonales de su voz que, con inusitada naturalidad, van adaptándose a la motivación del tema interpretado. La hondura poética de “Alfonsina y el mar”; el sortilegio de pasiones de “Como un bolero”, “La última noche” y “Lamento borincano”; el calado añorante de “La flor de la canela”; o la evocación nostálgica de un reeditado “Es mi madre”; tienen fiel reflejo en la maravillosa expresividad melódica de Isabel González.

Pero nada de toda esta trilogía discográfica hubiese sido posible sin el contacto palpitante y permanente del público. Porque es en la respuesta y en las sensaciones percibidas de su público donde Isabel encuentra la motivación para disponerse a la nueva empresa de un proyecto discográfico. Para ella, “el directo es lo que da vida a un artista, y resulta fundamental sentir su cercanía y afecto”.

Temas como “Es mi madre” deben su extraordinario éxito no sólo a la indudable calidad musical y a la ternura de su mensaje, sino al esfuerzo de haber sido mostrado al público en múltiples actuaciones en directo a lo largo de catorce años. Su doble registro discográfico no obedece a ninguna estrategia promocional, sino a la propia demanda y aceptación recibida del público.

A diferencia de muchos otros artistas, el sondeo del directo siempre será el paso imprescindible y previo para acometer una nueva grabación. Esta íntima y premeditada relación con el sentir del espectador, condiciona la manera de mostrar su trabajo una vez grabado, aportándole una intencionada naturalidad y frescura, que se aleja radicalmente de toda manipulación digital que pudiera distorsionar la apreciación que ese mismo espectador percibiría en una actuación en el más puro directo.

Pero además de esta constante preocupación por ofrecer una determinada calidad sonora ambientada en la espontaneidad y autenticidad del directo, Isabel siempre persigue una extremada calidad estética de las imágenes que acompañan y apoyan a la música ofrecida, ya sea sobre el escenario, en un video-clip o en el contenido gráfico de una portada de disco.

Con esta particular manera de desarrollar sus quehacer artístico, viene actualmente Isabel González mostrando su espectáculo itinerante “Mujeres Canarias”, que sin duda será el prolegómeno de un nuevo y esperado proyecto discográfico.

“Mujeres Canarias” es en esencia una bella declaración poética y musical, reivindicativa sobre el papel de la mujer en el acontecer de nuestra historia. Es un tributo al denodado esfuerzo y espíritu incansable de la mujer de ayer y de nuestros días, que lejos de amilanarse frente a los convencionalismos y las imposiciones establecidas, pugna por salir adelante con el coraje y la valentía que emana de su condición de madre precursora de vida, de tenaz trabajadora…de mujer luchadora en definitiva.

Quien conoce bien a Isabel González puede entender el por qué de su total implicación y entrega en éste su nuevo espectáculo, al que imprime una especial emotividad producto de su propio carácter carismático cargado de un inquebrantable afán de superación.

“…Mujer tu que también has sido luchadora
tenaz y valiente,
conquistadora de ideales,
pacífica guerrera constante y paciente,
no contamines tus triunfos
tomando senderos contra corriente,
contra tus principios
o contra tu masculino oponente,
sin que medie tu sensato juicio,
y madura sensatez,
que siempre ha sido tu compañía
en el pasado y presente.
Siempre, por siempre
y para siempre,
tu auténtica y diferente…mujer”.

Culmina con estos versos la admirable introducción al espectáculo que Alberto González realiza para sumergirnos en un cúmulo de sentimientos en torno a la figura de la mujer. Este bello contenido poético halla su réplica en un periplo musical protagonizado por Isabel, que nos transporta a las más diversas emociones suscitadas por temas como “Maria, Maria”, “Desde mi libertad”, “La Galopera”, “Alfonsina y el mar”, “Tu amor me hace bien”…


Pero, el carácter animoso y emprendedor de Isabel González no se detiene ni acomoda en los trabajos realizados ni en los proyectos en curso. Su inquietud artística y personal la conduce a una permanente búsqueda de alternativas en el ámbito profesional, como fue la creación de la prestigiosa agrupación musical “Semillas del canto”, que contribuyó notablemente a la formación y al descubrimiento de jóvenes valores de la canción. Muchos de los cuales son hoy en día reconocidos intérpretes y ocasionales compañeros de escenario de la misma Isabel.

Así mismo, sigue manteniendo una estrecha relación de amistad y colaboración artística con el grupo musical Millenium, cuya andadura en el panorama musical alcanza ya los catorce años.

Otra de las muestras de su arrolladora iniciativa es la reciente creación de la empresa Libélula Copydisc, especializada en la copia y digitalización, que ha irrumpido con gran fuerza en el mundo del sonido e imagen.

Recientemente ha dado un salto al entorno televisivo, participando asiduamente en programas de gran aceptación y audiencia.

También ha participado junto a notables artistas como Héctor González, en el reciente alumbramiento del primer proyecto discográfico del grupo Trasiego, dirigido por Lucas Rojas, contribuyendo con un deslumbrante “En mi viejo San Juan”.

Nada ni nadie ha podido y podrá condicionar o restringir la espectacular y vertiginosa trayectoria artística de Isabel González, porque no puede tener limitación quien se ha hecho así misma sin apenas más ayuda que la de los suyos, y sin más medios que su prodigioso talento. Sus ilimitadas expectativas son el resultado de su incansable voluntad y del más ferviente deseo de quienes la seguimos y admiramos.
Félix Román Morales para Artistasenred
y Etnografía y Folclore.

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