jueves, 29 de marzo de 2012

ABRUNCOS



El que canta es porque quiere
y, el que no quiere, no canta.
Hoy canto porque yo quiero,
y en mi querer nadie manda.

(“Nuestra Isa”: Abruncos; Jacob González Marrero
 y Manuel Haro Manzano).


Abrir la ilusión a un nuevo propósito, es como el entusiasta despertar infantil a la tenue luz incipiente de la aurora, donde el nuevo día que se avecina, siempre será mejor que el ayer, que ya fue vivido.

Y es que anhelar apasionadamente un futuro mejor, es convertirse nuevamente en aquel niño, cuyos escasos recuerdos, nunca dejará abandonados a la estéril nostalgia, porque, para él, tales vivencias siempre supondrán el más preciado tesoro donde fraguar la experiencia, que le muestre cómo afrontar el nuevo día, que aún está por venir.


En esos ilusionantes días venideros, anda Abruncos confabulando una nueva etapa como formación musical, en la que su pródigo pasado, lejos de anclarlo a sus ataduras, se convierte en el fundamento para una vigorosa y renovada motivación con la que avanzar hacia el futuro.

Nada podrá detener a este puñado de hombres, vinculados a un paisaje y a un paisanaje caracterizado por una abrupta orografía, y por una historia forjada en el ingente esfuerzo y sacrificio por superar las dificultades de la naturaleza. Porque el carácter de los hombres norteños, sobreviene de la necesidad de afrontar con decisión, las ancestrales penurias del pastor y del labrador de las cumbres… o del pescador acodado entre la pared acantilada y una mar embravecida, sin resquicio de piedad.

A diferencia de otras latitudes, en el norte de Tenerife; es el lugar quien transforma a los hombres, haciendo de la entereza indómita de su carácter, un elemento indisoluble de la propia severidad y el rigor del territorio.
El municipio de La Guancha, es por su propia denominación e historia, un rotundo exponente de este espíritu indómito y perseverante…y es allí donde nace Abruncos un buen día de 1986. Debe su nombre, a una curiosa derivación toponímica de la Hoya del Brunco; una plácida hondonada salpicada de retamas y pinos hacia la luz, adormecida en el regazo del Teide. Pareciera que toda la magia de aquel lugar, hubiera impregnado de encanto sonoro al propio nombre adoptado por este grupo de hombres, para llamarse así mismos.

Toda esta potente contextualización ambiental e idiosincrásica, confiere en Abruncos el papel de convertirse en el fiel espejo donde se reflejan las vivencias populares guardadas en la memoria y en las tradiciones de sus gentes. Pues le ha llevado a asumir la tarea de investigar y rescatar los valores culturales y costumbristas de su pueblo, muchas veces olvidados en los antiguos refraneros y romances de transmisión oral. Por ello, Abruncos atesora en su repertorio musical, elementos poético-musicales arcaicos, de insustituible valor etnográfico.

Aún cuando esta encomiable labor rescatadora motivaría por si sola, nuestra admiración por esta formación musical, existen en Abruncos otros aspectos, que indudablemente, resultan igual de meritorios. Nos referimos a la creatividad compositiva de muchos de los temas musicales de factura propia, y a la cuidada expresión poética de las letras contenidas en su repertorio, involucrando a autores de extraordinaria valía como Agustín Aguiar, Esteban Quintero, José Félix Navarro, Alfonso Morales…etc. Y más recientemente: Manuel Haro Manzano y Jacob González Marrero.

Esta preocupación por el contenido literario de su temática musical, es algo enormemente gratificante, por cuanto lamentablemente, ha venido cayendo en desuso por parte de muchas formaciones musicales con formato y estructura similar a la de Abruncos.

La creación propia, es quizás desde el punto de vista temático, el elemento diferenciador más significativo de la contundente especificidad de este colectivo, y una muestra explícita de su solidez y coherencia.

Pero además de esta prodigiosa producción doméstica, abundan otros elementos musicales externos de carácter popular, incorporados al repertorio conforme el propio pueblo hace de ellos natural y espontáneo motivo de recreación, a través de su asimilación transcultural.


Muestra palpable de todas estas iniciativas y planteamientos, es la bella y consecuente producción discográfica de esta formación musical. Títulos como “Recuerdos”, “Embrujo”, “A la luz de un candil” o “Dímelo con un bolero”, son la expresión musical registrada de toda esta común voluntad por ofrecer una determinada aportación original al folclore y a la música tradicional de las islas. A lo largo de casi tres décadas, no ha habido rincón de éstas, nuestras islas, donde no se haya tenido la oportunidad de disfrutar de la particular sonoridad de Abruncos. Su presencia y participación en múltiples programas de radio y televisión, como “El Patio” de RTVE, “Taifa y Candil” de RTVE2, “Cantadores” de Antena3, “Denominación de origen” de Azul Televisión, o “Noches de Verano” de Canal 6 Teidevisión; ha propiciado la difusión del nombre de Abruncos a lo largo y ancho del archipiélago.

Más allá de estas orillas, en territorio peninsular, Abruncos ha sabido representar con brillantez y dignidad las peculiaridades de nuestra música, llevando su buenhacer a lugares como Madrid, Toledo, Segovia, Santiago y Santander.

Toda esta dilatada experiencia es la que afianza a Abruncos en su propósito de iniciar una nueva etapa, tras su reciente presentación del pasado 23 de marzo, en el Centro Cultural Santo Domingo, del municipio de La Guancha. El motivo de esta nueva andadura, no es otro que el derivado de la flamante incorporación de su nuevo director: Jacob González Marrero.

Quienes han tenido la fortuna y el honor de conocer a Jacob González, sabrán muy bien que tal incorporación a las labores de dirección musical de Abruncos, propiciará una revolución cualitativa decisoria en la historia de esta formación musical. Porque, con el paso de los años, hemos podido aprender y experimentar, que hay directores…y directores. Los hay, que pese a su indiscutible brillantez, la misma no les ha servido sino para pasar de puntillas por un determinado colectivo, sin dejar apenas huella, porque simplemente no han sabido, o no han querido, implicarse en las entrañas y en las aspiraciones del mismo. Su falta de implicación por conocer, asumir y potenciar las especificidades musicales propias de cada grupo, los lleva a imponer y generalizar un estándar cromático-musical sobre todas las agrupaciones a su cargo, desarraigándolas de todo cuanto les particulariza, para incorporarlas por igual a una sola expresividad de matices y efectos sonoros, que no son más que el reflejo y la prolongación de una férrea impronta personal, alimentada por la necesidad de mostrar, permanentemente y en cualquier lugar, la presencia de un determinado  prestigio y una supuesta maestría.

Afortunadamente, la pervivencia de la pluralidad, riqueza y diversidad de nuestra música, está en muy buenas manos mientras existan actitudes y aptitudes como las que encarna Jacob González, porque precisamente su figura, apunta a todo lo contrario de lo señalado anteriormente. Se es buen músico cuando se es, pero se es Maestro cuando se demuestra, y Jacob González lo demuestra día a día, sin necesidad de grandes aspavientos.

Fruto de esta natural implicación por todo cuanto concierne a Abruncos, como nuevo grupo a su cargo, y asumiendo el particular planteamiento de éste, en aportar elementos musicales de creación propia, surgen de la mano, el saber y el alma de Jacob González, unas bellísimas folías e isas, que sirvieron de preámbulo y colofón, a tan grato y esperanzador acto de presentación.

Nada ni nadie a partir de ahora, podrá quedar indiferente ante el futuro de este nuevo Abruncos que se avecina, porque se ha unido el tesón con la perseverancia, la coherencia con la rectitud, y el alma con la maestría.
De cómo escribir un verso
y no encontrarle sentido;
de cómo hilar las palabras
y andar por ellas perdido.
(“Por ti, unas folías”: Abruncos; Jacob González Marrero).


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y Etnografía y Folclore.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Surco y Arado



Abrir las entrañas de la tierra, es ahondar en nosotros mismos.



Porque a cada golpe de azada…en cada estela polvorienta rota tras el esforzado surcar del arado, se evocan y reviven todos aquellos anhelos de nuestra gente por alcanzar un futuro mejor. Labrar nuestros malpaises calcinados por el sol, el salitre y el volcán, es un rito ancestral que nos sumerge en una parte esencial de nuestra cultura como pueblo de sembradores de esperanzas.



Y es esa vieja y paciente esperanza por obtener los frutos del mañana, la que aguarda en cada surco, y anida en el corazón de todos canarios de bien, mostrándose como la mayor riqueza que siempre podremos obtener del pálpito profundo de nuestra tierra.

Surco y Arado, es una formación musical que nace con este imperecedero espíritu de apego a la tierra, en la fértil comarca norteña de la isla de Gran Canaria, donde las tradiciones, al igual que el propio mundo agropecuario, luchan denodadamente contra el abandono y el olvido.

Surgida en los inicios de la década de los 90, en el galdense barrio de San Isidro, de donde toma inicialmente su denominación como “Amigos de San Isidro”; Surco y Arado nos presenta una trayectoria ejemplar en cuanto a su voluntad por desarrollar y difundir la enseñanza de nuestro folclore.

En el año 2001 impulsa la formación de un aula de toque de cuerdas, a la que seguirá la creación de un aula de danza y bailes folclóricos, en el año 2003. Un año después, implanta una nueva aula donde impartir conocimientos de canto coral, cuyo evidente buen resultado ha trascendido hasta nuestros días.

Todo este esfuerzo formativo y didáctico converge en la consolidación e institucionalización de Surco y Arado como agrupación folclórica de referencia en el ámbito del conjunto de las Islas, que la llevará a su participación, en el año 2005, en el primer Festival Regional de Folclore de Santiago de Gáldar. Su extraordinario éxito y aceptación propiciará su intervención en una segunda edición del referido festival, donde Surco y Arado hace presentación de su nueva vestimenta representativa del campesino de fiesta, o de gala, de los siglos XVIII y XIX.
Esta nueva aportación al campo de nuestra vestimenta tradicional, junto con el ropaje de campesino de faena, con la que inicialmente se dieron a conocer, ha hecho de Surco y Arado; así como de otras muchas agrupaciones del norte de Gran Canaria; un agente activo y enriquecedor en la difusión de nuestro patrimonio textil e indumentario.
Pero será el año 2007, cuando despegue y se consolide definitivamente Surco y Arado, a raíz de la presentación de una recreación costumbrista de los siglos XVIII y XIX, en el Centro Cultural Los Guaires de Galdar. Pues es en ese momento, cuando se produce el apadrinamiento e incorporación de una figura de enorme trascendencia para el desarrollo musical del grupo, encarnado en la persona del extraordinario director, compositor y arreglista: Víctor Batista.
Será en ese mismo año de 2007, cuando quede también definitivamente constituido y consolidado el brillante e impecable cuerpo de baile que hoy conocemos.

El esfuerzo colectivo a lo largo de estos años invistió a Surco y Arado de una sólida entidad que lo ha llevado a ser dignos representantes de su isla, comarca y municipio, en cuantos eventos de carácter festivo e institucional han venido propiciándose en nuestras islas, participando en tres ocasiones en la romería regional de Ntra. Sra. Del Pino, en el Encuentro 7 Islas de La Laguna…etc.

No debemos olvidar su notable labor precursora en el rescate de los tradicionales bailes de Taifa y Piñata, en la comarca norteña grancanaria, tan importantes para el mantenimiento y difusión de nuestras tradiciones.
Recientemente hemos tenido la fortuna de apreciar el buenhacer de Surco y Arado en la VIII Semana Cultural de La Laguna, que junto a otra prestigiosa formación como Labrantes de Arucas, ofrecieron una bellísima muestra del folclore tradicional de la isla de Gran Canaria, cuyo sello inconfundible, nos lleva a la reflexión sobre la diversidad de matices de nuestra cultura musical.
Quizás esa especificidad de matices, que todavía podemos apreciar en el acervo y la producción musical de cada una de nuestras islas, sea el mayor exponente de la riqueza de nuestro folclore.

Desde este pequeño rincón quisiéramos dar la enhorabuena a Surco y Arado por su magnífica labor y trayectoria, encauzada en la preservación y divulgación de nuestras tradiciones, así como por su esfuerzo y voluntad por mantener las especificidades propias de su contexto cultural.


Félix Román Morales Díaz

para Artistasenred

y Etnografía y Folclore.