miércoles, 18 de noviembre de 2015

NAHUEL PENNISI




Acuna la guitarra criolla en su regazo, como hiciera desde muy niño...cuando apenas podía abarcarla...cuando por fin logró el modo de abrazar a aquella diosa de madera, yacente en su cama ... mientras él, arrodillado, palpaba y descubría el mágico umbral de los sonidos. Pareciera que aquella infantil imagen en aparente adoración, fuera el más bello presagio de una vida consagrada al despertar de una intima comunión entre su voz y la guitarra.
Porque, es desde aquella reflexiva intimidad, solitaria habitante de aquellos apacibles y recónditos rincones de la niñez, de donde proviene la más contundente autenticidad de su mensaje poético y musical.
“Yo canto mi raíz, los sueños, el amor, y todo lo que hemos pasado como pueblo”.




Cantor de la calle con tan sólo 16 años, aprendió en su recoleto bullicio todo cuanto es preciso saber del mundo y de sus gentes, para entender que cantar es sobre todas las cosas, poner el alma en la voz. Y así, tempranamente, desde la bohemia, le sobrevino la madurez de los viejos sabios y de los poetas, y se “fue haciendo músico todo el tiempo...”
Por eso, nada nos puede extrañar que fuera entonces cuando grabara su primer disco de diez canciones, que lo llevaría a ser popularmente conocido y reconocido. Nada nos puede extrañar, porque de hecho, ya a los catorce años hizo una primera incursión, grabando una demo con cuatro temas, que lo invistió de prematura experiencia.


No puede sorprendernos que ya a los dieciocho años participara brillantemente en el Festival de Cosquín 2009, en el rubro de Canción Inédita, con el tema de Juan Cruz Varela, “Sin la voz del Chango Nieto”. A partir de entonces comienza una larga andadura en la que comparte escenario con grandes figuras como Lorena Astudillo, Ligia Piro, Teresa Parodi, y sobre todo con el célebre guitarrista Luis Salinas, quien le introducirá en el mundo mediático y televisivo, llevándolo a participar en eventos tan importantes como el Encuentro Expresiones 2009, en Veracruz; Mejico, o el Bicentenario de la Revolución de Mayo 2010.

Es en esta época cuando emprende una serie de conciertos por toda la geografía argentina junto a grandes músicos, como el bajista Rodrigo Molina y el percusionista León Cuyé, y es cuando empieza a incorporar temas de su propia autoría, de los que algo después, en el 2012, se materializarán en un prodigioso disco: “El Sueño de una Canción”, donde colaboran músicos muy reconocidos como, Luis Salinas, el Chango Spasiuk, Teresa Parodi, Leon Greco, Ruben Insaurralde, siendo la producción artística del músico Popi Spatocco, arreglista de Mercedes Sosa.

De la mano del prestigioso cantautor argentino León Gieco participa en la apertura de dos presentaciones en el célebre Luna Park, que lo catapultará al más ferviente e incondicional reconocimiento del público, alzándolo a participar en el Festival de Jesús María, y nuevamente en el Festival de Cosquín 2014.

Tras una larga y provechosa gira por Estados Unidos y gran parte de Latinoamerica, sale a la luz un nuevo proyecto discográfico bajo el título de “Primavera”, de muy reciente factura, que podremos disfrutar en vivo en los tres conciertos programados en las islas para el mes de noviembre, en compañía de otras muy relevantes figuras de nuestra música como En-cantadoras, Atlantes, Domingo “El Colorao”, Pancho Corujo, y Juan Manuel Padrón.




Félix Román Morales para Artistasenred.

viernes, 28 de agosto de 2015

Tigaray; "Un amor en cada puerto"


Con este sugerente y alegórico título, presenta el grupo musical Tigaray una nueva obra discográfica, cuya principal motivación, como bien enuncian en su contraportada, no es otra que la de “tocarnos el corazón”.
Para tan noble motivo, Tigaray nos introduce en una bella singladura musical y poética, cuya intención va más allá de lo puramente geográfico y transcultural, para embarcarnos en un periplo emocional en torno al sentimiento del amor, en todas sus manifestaciones posibles y probables, abordados siempre desde la vocación ultramarina y viajera del isleño.


“Un amor en cada puerto”, viene a completar una esplendorosa trilogía iniciada con el espectáculo de “Por los senderos de vuelta...” y proseguida con la anterior entrega discografica, “Donde dijo Viera...”; que corresponde a una segunda y brillante etapa de esta formación musical, con treinta años de una historia cargada de dignidad, solidez y coherencia.

Y es que Tigaray, por encima de cualquier otro aspecto, es una muestra ejemplar de la perseverancia en el esfuerzo por incorporar y perpetuar en nuestro acerbo cultural, nuevos elementos argumentales y sonoros con los que ampliar y enriquecer el ya, de por sí, extenso y diverso panorama temático de nuestra música tradicional y popular.
Ese incansable propósito a lo largo de su historia, es y ha sido, el hilo conductor y el catalizador que ha dado continuidad y cohesión a las distintas etapas de esta formación musical, independientemente del inalterable mantenimiento de su estructura coral e instrumental. Porque: “El Tigaray de hoy, es el Tigaray de 103 vidas... en 30 años”.

Todo nos lleva a pensar que, con esta impetuosa voluntad y con este precursor espíritu del ayer, Tigaray siempre tendrá un esperanzador mañana. Y ese pensamiento y anhelo se reafirman cuando nos conmueve, una vez más, la extraordinaria y desbordante capacidad compositora de su director musical, Samuel Fumero. Porque, obras de nueva factura como “Agarfa”, “María Fugaz”, “Folías Viajeras”, “Isa del Regreso”, o “Todo ayer en un instante”, además de ser bellos ejemplos continuadores del tradicional empeño de Tigaray en proponer temas de producción propia, incorporan a esta formación musical, una impronta cargada de extrema creatividad melódica y de una rebosante exhibición de recursos armónicos, en el ámbito coral e instrumental. Tal prodigio y genialidad musical, resulta ser el marco sonoro perfecto para la sensible e íntima poética de Roberto Gil, y en mucho menor medida, para los torpes bienintencionados versos de este aprendiz de las letras, que hoy les escribe esta crónica.

Pero, amén de esta extraordinaria creatividad, en Samuel Fumero anidan otras virtudes que se manifiestan en su buen oficio como director y como arreglista. Pues resulta sorprendente la acertada capacidad de selección de las voces solistas en el reparto de tan heterogéneo repertorio musical, así como en las intervenciones puntuales y en las tonalidades de las distintas cuerdas corales. Tan potente es su impronta musical, que llega a hacer “suyos” aquellos otros temas del disco cuya autoría no le es propia, como “Si ella me faltara alguna vez”, “Dormir contigo”, “Volví a nacer”, “Palomita blanca”, “Zamba para olvidar”, “Bolero”, o “Como el sol y el trigo”. Todo suena a Samuel... y al escucharse, todo suena a Tigaray.
Félix Román Morales

para Artistasenred

martes, 28 de julio de 2015

XXI FESTIVAL DE BAJAMAR



Desde siempre, los meses estivales cobran en La Laguna un viso muy especial. Es un tiempo donde la luz y el color se sobreponen a la languidez de la humedad y el frío, para prodigar una hospitalaria alegría que recorre sus calles y plazas, invitándonos a un ritual reencuentro en paseos y tertulias.
Compartir ese natural alborozo estacional se convierte en una necesidad vital que condiciona todos los aconteceres de las gentes isleñas.
La fiesta popular entrona su hegemonía en el calendario y marca la pauta en el devenir de esos cálidos días.
Y es justo en la mitad de ese calendario, cuando la fiesta lagunera se torna marinera, envolviendo sus aires y algarabías en el salitre de los rompientes de Bajamar. Porque, un año más, y tras los veinte pasados, este pintoresco paraje costero rinde nuevamente tributo a la tradición y a nuestro folclore, celebrando el XXI FESTIVAL FOLCLORICO DE BAJAMAR.
Para esta nueva edición, que como siempre tendrá lugar en el penúltimo viernes del mes de agosto, podremos contar con un cartel excepcional: Jóvenes Cantadores, Güicho Estévez y cómo no, organizándolo todo, el Grupo Folclórico Isogue.



JOVENES CANTADORES
Aquella prometedora proyección y evidente potencial, vislumbrados ya en su comienzos, se han afianzado tras el paso de los años, revelando un vigoroso y vertiginoso proceso de madurez y acrecentamiento, que ha otorgado a Jóvenes Cantadores el poder atribuirse, sin pretenderlo, el crédito de erigirse como una de las formaciones musicales con mayor trascendencia e influjo en el ámbito de la música popular.
Ya nadie duda que tras aquella deslumbrante aparición en sus inicios, interpretada por algunos como un fenómeno musical ciertamente circunscrito a su novedosa imagen y a su potente repercusión mediática, se escondía y aguardaba una extraordinaria capacidad creativa e interpretativa, así como un incansable ímpetu por ofrecer al público una propuesta musical sólida y singular.
Jóvenes Cantadores, con su inquebrantable esfuerzo y perseverancia, ha sabido ganarse a pulso la incondicionalidad de un público que les viene siguiendo en sus más de trescientas actuaciones en directo por los más diversos y recónditos lugares de las Islas y la Península; así como el reconocimiento a la coherencia de su mensaje musical, plasmado en una extensa producción discográfica, donde resulta claramente palpable la evolución de esta formación musical, hacia una esfera creativa más íntima y personal, personificada en la figura de su director musical, Darío Cabrera.
Pero, además de estos incuestionables méritos, Jóvenes Cantadores alberga en su trayectoria una solapada, pero no menos evidente virtud, que es la de haberse convertido en un elemento de referencia y motivación para las generaciones más jóvenes. Su ejemplo, ha repercutido muy positivamente en las inquietudes y aspiraciones de los más jóvenes, suscitando un renovado interés por la música tradicional y popular.
Tal es así, que por sus filas ha pasado un sinnúmero de grandes intérpretes a los que hoy valoramos y reconocemos en otros ámbitos musicales, cuyos inicios en Jóvenes Cantadores gestaron y forjaron todo cuanto ahora son, y gran parte de cuanto podrán llegar a ser, en un mañana.
Anticipar algún nuevo proyecto vinculado a una formación tan activa y dinámica como Jóvenes Cantadores, es una tarea ardua y difícil, pues resultan incontables las aspiraciones y metas de este colectivo.
Nos limitaremos a apuntar su más reciente creación, a punto de salir a la luz en un flamante nuevo disco, que muy pronto podremos atesorar y disfrutar. Aunque, tratándose de Jóvenes Cantadores, siempre será muy recomendable presenciar alguna de sus contundentes actuaciones en directo.


JOSÉ LUÍS ESTÉVEZ RAMÓN: (GÜICHO ESTÉVEZ)
Cuando el arte de enseñar se conjura con la magia de la música, se suscita en todos nosotros el inesperado prodigio de vernos persuadidos por una avidez en asimilar y comprender todo cuanto se nos muestra.
Y es que Güicho Estévez es un maestro en el aprendizaje del conocimiento y un mago en el arte de la sugestión, utilizando para ello, algo tan hermoso como la música.
Su larga y dilatada experiencia como enseñante y como músico, le ha llevado a desarrollar una actividad artística difícilmente definible, por cuanto no existe antecedente equiparable. Lo que hace, es él...y él, es lo que hace.
Porque contemplar la evolución de Güicho Estévez sobre un escenario nunca nos podrá dejar indiferentes, ante tal arsenal de connotaciones lúdicas, estéticas, humorísticas y educativas. En sus actuaciones, resulta grato y sorprendente el presenciar el desarrollo, casi imperceptible, de un proceso de embaucamiento colectivo encauzado hacia la participación activa del público en las actividades músico-didácticas que él va proponiendo y dirigiendo. Lo realmente insólito de todo ello, es que tal proceso persuasivo va dirigido a la generalidad de un público de todas las edades, por cuanto en el desarrollo de su argumentación, va despertando en el ánimo de los asistentes una motivación por lo lúdico y una infantil inclinación por la curiosidad. En definitiva, despierta en todos nosotros al niño que albergamos, convirtiéndolo todo, por un instante, en un gran patio de recreo.





GRUPO FOLCLORICO ISOGUE
Cuando aún resuenan los ecos y perdura la grata impresión de su primer trabajo discográfico, el Grupo Folclórico Isogue, una vez más nos vuelve a dar muestra de su iniciativa e inquietud, preparando para esta nueva edición del Festival de Bajamar, un repertorio cargado de nuevas temáticas musicales que abordan los más diversos aires de nuestro acerbo folclórico. Y como siempre, nos presenta dicho nuevo repertorio bajo la fórmula de la exquisitez de sus arreglos armónicos y la poética de sus contenidos literarios. Pues ambos atributos, son los principales definidores e identificadores de esta formación musical.
Y es que Isogue, por encima de cualquier otro aspecto, es una bella muestra de lo que se puede lograr a través de la complicidad y del esfuerzo común. Su impronta musical, radica en la orientación coral de sus composiciones y arreglos, confiriéndole un rasgo peculiar fácilmente perceptible. Contrariamente a otras agrupaciones, la singularidad de esta formación musical no radica en las individualidades sino en la colectividad. Partiendo de este planteamiento, su director musical, Jacob González Marrero, ha sabido ser el artífice de un inusitado distintivo sonoro, que convierte al Grupo Isogue en una rareza en el conjunto de aquellas formaciones musicales con estructura similar.
Con esta específica manera de entender la recreación e interpretación de nuestro folclore, Isogue afronta futuras metas y proyectos, que presagian el alumbramiento de nuevos elementos interesantes e innovadores, de los que muy pronto tendremos noticia.

Félix Román Morales
para Artistasenred



viernes, 24 de julio de 2015

ATLANTES... “...Yo también lo tengo”




Con este coloquial y espontaneo “yo también lo tengo”, surgido en las redes sociales de forma casual e improvisada, se inicia una imprevista y simpática campaña promocional de la primera producción discográfica de Atlantes.
Y curiosamente, casi sin advertirse, la referida expresión guarda una intención y un significado que va más allá de lo anecdótico y lo divertido.
Pues, durante muchos años; (demasiados tal vez); quienes siempre hemos seguido y admirado a esta extraordinaria formación musical, hemos aguardado estoicamente la oportunidad de atesorar algo perpetuo y tangible que siempre pueda transportarnos a aquellos momentos inolvidables de sus actuaciones en directo.
Quienes hemos alcanzado el privilegio de “también tener” en nuestras manos esta magnífica obra discográfica, entendemos muy bien el trasfondo de tal fortuita frasecilla. Porque el hecho tenerlo, es más que un simple acto de posesión. Es el poder tocar y contemplar la prueba material de que estuvimos allí, en aquel memorable momento en el que se reveló y salió a la luz un nuevo, flamante y esplendoroso hito en el acerbo histórico de nuestra música popular y tradicional.


Casi sin pretenderlo, Atlantes propone una obra que trasciende a unas sensaciones que van mucho más lejos de lo puramente musical. Basta con abrir el envoltorio de su muy cuidada maquetación, y leer detenidamente su contraportada, para descubrir toda una declaración de intenciones sobre el espíritu que alimenta y alienta a esta formación musical. Tan sólo por eso, merece la pena tenerlo. Porque cantar sin un mensaje, no es cantar...sería simplemente entretener o encandilar.
Es esta coherencia, esta solidez de intenciones, lo que confiere a Atlantes un distintivo especial, que le llevará a ocupar inexorablemente un lugar en la historia de nuestra música, pues siempre su recuerdo vinculará a aquel, su prodigioso talento musical, con aquella poética motivación que les llevó a desarrollarlo.
Porque esa misma motivación es la que ha llevado a este aprendiz de cronista y escritor a volver a teclear por estos rincones, tras una larga ausencia. Tan sólo por eso, gracias Atlantes.

Tratándose de Atlantes, podríamos extendernos muchísimo más, abundando en su consabido y reconocido virtuosismo instrumental y coral, en la contundente e inimitable impronta musical de su director, compositor y arreglista, Héctor González...etc. Pero ya lo hemos hecho en otras ocasiones con motivo de pasados y felices encuentros. Podríamos también detenernos a comentar cada uno de los catorce temas que componen esta novedosa y excelente obra discográfica, pero ellos ya lo han hecho mucho mejor de lo que podría hacerlo yo, incorporando un bello cuaderno explicativo para esta primera edición.

Resultará mucho mejor, acomodarse tranquilamente para deleitar nuestro espíritu escuchando tan extraordinaria obra, sabiendo que al fin, atesora en sus manos un disco absolutamente IM-PRES-CIN-DI-BLE, con el que renovar su incondicional amor por toda nuestra música, y con el que poder decir: “yo también lo tengo”.
Por cierto...yo también lo tengo.

Félix Román Morales

para Artistasenred.