miércoles, 29 de agosto de 2012

EN-CANTADORAS



Con cierto rubor,  confieso  que nunca  había tenido la fortuna de presenciar un directo de En-Cantadoras, pues los avatares del destino y la insularidad que todo lo condiciona, no habían propiciado tan feliz circunstancia.
Y fue tan sólo hace unos días, con motivo del Festival de Nuestra Señora de Los Afligidos de Los Realejos, cuando  tuve la oportunidad; al fin; de poder apreciar esta portentosa formación musical en toda su dimensión.
Abundando en la franqueza con la que he comenzado estas torpes líneas, también he de confesar mi absoluta sorpresa por lo vivido allí aquella noche, pues frente a la peculiaridad de la exclusiva feminidad de esta agrupación,  enfatizada en tantos medios de opinión,  existe una En-Cantadoras que va mucho más allá de la simple percepción visual de la común naturaleza de sus integrantes.
Y es que… en este,  como en la mayoría de los casos, la femineidad es simplemente un atributo casual, pero nunca un condicionante a la hora de dar forma y  desarrollar una actividad artística o creadora.

Limitarse a destacar  la naturaleza femínea  de esta admirable formación musical, como el elemento diferenciador de mayor relevancia, es sumir   tan  prodigiosa  impronta a la superficialidad del frívolo etiquetado, que tanto daño viene haciendo a nuestro panorama musical.

Porque En-Cantadoras es muchísimo más que una determinada imagen estereotipada por los medios. Una fútil imagen en la que jamás han pretendido reconocerse, pues son conscientes de que sus valores van más allá de lo simplemente  estético  o lo curiosamente  insólito. Basta con asistir a los primeros compases de cualquier tema de su bello repertorio, para que esa imagen del artificio mediático sucumba, sorpresivamente, a la  más rotunda expresión de  solidez  y solvencia musical.

Es tan evidente esa rotundidad, que no se precisa mayor indagación para saber de la férrea formación musical de todas sus integrantes. Nada de cuanto este grupo musical ejecuta  sobre el escenario, concede el más mínimo resquicio de duda, sobre la personal convicción de que estamos ante uno de los mejores grupos musicales de nuestro entorno. Y cuando utilizamos tal calificativo, no pretendemos ni por asomo,  establecer un absurdo ranking sobre quién goza de mayores aptitudes para representar a nuestro folclore, o aquella  música popular que el tiempo y la tradición nos la han convertido en propia. Con tal juicio de valor, nos referimos a la distinción  que prevalece sobre En-Cantadoras, como  formación con una impronta cargada de estilismo y cromatismo musical del que no existe referencia equiparable.
Nos referimos al palpable potencial de futuro que se vislumbra en su línea creadora y compositiva, y que se traduce en una portentosa ejecución coral, vocal e instrumental.  
Nos referimos en definitiva, a una imagen materializada desde la maestría y el esfuerzo, remotamente alejada de aquella otra imagen de cliché, que aludíamos al comienzo de esta pequeña reflexión literaria.

Aspirar a fijar como antecedente comparable de este fenómeno musical, otras experiencias del pasado, como aquella memorable “Tabona” , o “Voces de Mujer”, o aquel  improvisado y televisivo “Seguro que sale bien”, es reducir la cuestión a lo circunstancial y lo anecdótico, dejando de soslayo lo verdaderamente substancial.
Y es que el hecho diferencial de En-Cantadoras, radica más en lo substancial que en lo simplemente perceptible. Y esa substancialidad…ese hondo calado impreso en toda su obra, es  lo que dispensa a esta formación de una coherencia musical  sin fisuras, donde la expresividad armónica  y la riqueza de matices sonoros en lo coral e instrumental, afloran generosamente para desarrollar un inteligente discurso temático cargado de sensibilidad.

El resultado de tal compendio de cualidades, converge  en una evidente y  extraordinaria capacidad para proponer elementos y recursos musicales innovadores, que aportan un nuevo y fresco  caudal creativo al entumecido panorama musical de nuestras islas.

Quienes por desventura o por acierto, no gustamos de  posicionamos en la línea de  la  radicalización y la  inmovilidad en nuestro folclore, inclinándonos a admitir con convicción y sin aspavientos,   la susceptibilidad del mismo a evolucionar, adivinamos en voluntades innovadoras  como la de En-Cantadoras,  el necesario impulso para que nuestra música pueda seguir desarrollándose en el tiempo, con naturalidad y conforme a las corrientes culturales que  mismo pueblo a quien van dirigidas, demanda, recibe y asume como propias.

Una excelente muestra de cuanto afirmamos, es esa extraordinaria recapitulación de los Aires de Lima de El Palmar, Artenara, Valsequillo e Ingenio, así como el Sorondongo Majorero,  registrados en la primera entrega discográfica: “Sueños de Mujer”. Nada de cuanto podríamos matizar en estas líneas,  alcanzaría a reflejar con certeza el cúmulo de gratas sensaciones que suscitan tan bellas interpretaciones sobre unas temáticas tan hondamente arraigadas en nuestro acervo cultural, por cuanto  las mismas constituyen  unas de las más destacadas expresiones de nuestra lírica amorosa y costumbrista.

Evidentemente, toda esta intencionalidad y claridad de objetivos no surge espontáneamente de un día para otro. Es el resultado de un largo y constante esfuerzo,  aún cuando desde sus comienzos, allá en los inicios del 2005, ya se vislumbrara un pronunciamiento preciso sobre la común  inquietud de realizar un proyecto musical distinto y diferenciado de los estándares musicales del momento.

Dicha motivadora inquietud de los inicios,  alcanza su momento álgido con la presentación de la ya mencionada primera producción discográfica, “Sueños de Mujer”, en septiembre de 2009, en el Centro de Iniciativas Culturales de la Caja de Canarias.
“Sueños de Mujer” fue y continúa  siendo un fenómeno de tal consistencia,  que traspasa el ámbito de lo puramente musical,  para despertar elementos de reflexión en la esfera de lo social, al abordar el protagonismo de la mujer en distintos aspectos de la historia del pensamiento y de las artes.

  
Quizás,  a todo ello ayudara la ocurrente idea de promocionar tan bello  proyecto bajo el formato de un espectáculo musical, brillantemente interpretado por la actriz Leo Medina, bajo la conducción escénica de Mingo Ruano, y  sobre un guión de Alexis Ravelo. Pero, es evidente que tras el reconocido esplendor del esfuerzo escénico… tras la rutilante participación de figuras invitadas como Mariví Cabo, Ynarhú Silva, Mao Fermín o Abelardo García…tras el nutrido y prodigioso plantel de las maravillosas solistas e instrumentistas de En-Cantadoras, subyace un sólido y contundente argumentario musical, producido por Manuel Estupiñán y dirigido por Jacqueline García Álamo.
Es  tal  la  solidez del  proyecto,  que la elección temática musical establecida a priori,   fue quien construyó, por si sola, el  hilo argumental de un hermoso discurso dramatizado y musicalizado, cuyo mensaje ostenta una patente vigencia.

Pero la tenacidad y creatividad de esta formación musical, alimenta nuevas ilusiones que anteponer a la satisfacción de los  logros ya  alcanzados; y ya está muy próximo el feliz día en el que En-Cantadoras nos ofrezca un nuevo e ilusionante regalo en forma de un flamante segundo proyecto discográfico: “En-Cantadoras en directo”.
Quien desee tener un adelanto del nuevo portento que se avecina, tan sólo debe acudir a alguna de sus actuaciones, pues desde el pasado 16 de junio, en el que finalizó su maquetación, han venido teniendo la deferencia de mostrar algunos bellos retazos de lo que será; y así lo deseamos; un exitoso y trascendente hito en la trayectoria de esta formidable agrupación musical.


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y para Etnografía y Folclore.





sábado, 9 de junio de 2012

XI FESTIVAL MAGEC: Magec de Honor 2012 para Alfredo Ayala.



Cuenta una ancestral leyenda que Magec, señor del sol y de la luz, sucumbió al terrorífico poder del demonio Guayota, quedando apresado en las incandescentes entrañas del Teide hasta que Achaman, dios supremo, lo liberó para que su luz iluminara  por siempre, a su amado pueblo.

Y fue a partir de entonces…cuando el mito se convirtió en sentimiento. Porque esa quimérica luz heredada, pareció haber anidado en el corazón de todos los canarios de bien, como un íntimo fulgor palpitante que nos recuerda, en cada latir, la esencia misma de lo que somos,  y el inalcanzable anhelo de lo que podríamos llegar a ser.

Deambular y perderse en los inciertos caminos de las sombras, apartándonos de aquella remota luz que nos autentifica como pueblo, es andar torpemente a tientas por el olvido, hasta  dejar de reconocernos a nosotros mismos, y a todos aquellos que han luchado por mantener viva esa misma luz.

Nada puede resultar más triste para un pueblo que no reconocerse como tal, porque ello sólo significará que su cultura, inexorablemente se disipará en la patética trivialidad y superficialidad de este  estrepitoso mundo de nuestros días, donde la memoria, el  pensamiento y la reflexión no parecen tener cabida.

Y sin embargo…frente a estos temores…de vez en cuando nos sorprende un hálito de esperanza al comprobar, que pese a todo, aún pervive la gratitud para con algunos de aquellos que todavía luchan…  incansablemente… por perpetuar los venerables signos que nos identifican como una entidad cultural específica. 

Una de estas esperanzadoras ocasiones, es la que hoy nos trae aquí, en la que felicitamos la oportuna iniciativa de la agrupación musical Magec, que  ha tenido el  acierto de conceder el “Magec de Honor 2012”, al entrañable amigo Alfredo Ayala Ojeda.

Un rutilante palmarés de distinguidas figuras de nuestra cultura popular,  como Ezequiel León, Celestino Hernández Mesa, Elfidio Alonso, Mary Sanchez, Totoyo Millares, Los Huaracheros, Francisco Fariña y Luis Morera, junto a prestigiosas entidades como el Centro de la Cultura Popular Canaria o la Obra Social de Caja Canarias; avalan la sólida reputación de este galardón.

Cuando hablamos del “Magec de Honor”, no nos estamos refiriendo a una distinción de carácter coyuntural ni a una mera formalidad conmemorativa, pues tras de sí, este premio cuenta ya con toda una década de historia, que coincide prácticamente con el tiempo de  andadura del propio colectivo otorgante.
Y esta coincidencia cronológica es un elemento que honra al grupo musical Magec, por cuanto el mismo se nos muestra desde sus comienzos, como una formación sólida en sus planteamientos en pro de la salvaguarda de nuestros valores culturales tradicionales.
Este posicionamiento institucional tan claro y decidido, en favor de nuestra cultura, constituye uno de los principales elementos inspiradores de la producción musical de Magec, que se traduce en la  extraordinaria coherencia temática de su repertorio. Porque perseguir un noble objetivo preconcebido, es dar sentido y veracidad a todo cuanto hacemos, o soñamos realizar.

La portentosa estructura coral e instrumental, y la indiscutible calidad musical de esta formación, son una evidente consecuencia de la inquebrantable  motivación, alentada por la unánime implicación  en aquellos objetivos fijados en  sus comienzos.
 Por eso, y por mucho más de cuanto aquí expresamos, Magec es una formación musical auténtica,  absolutamente merecedora de toda nuestra consideración y admiración personal. Muy inmerecido sería por nuestra parte, no personificar dicha admiración en la figura de su director, Juan Pablo Pérez López, cuyo perfil musical, solvencia y talento queda manifiesta en todo cuanto el mismo acomete.

Igualmente merece toda nuestra atención y admiración, la participación en este bello acto,  del grupo musical recientemente  formado, Hamelin Quartet, compuesto por cinco prodigios de nuestra música: Francisco García, Candelaria González, Fernando García, Héctor González y Wilmer Rodríguez. Sus nombres ya lo dicen todo… y de su música, por razones de brevedad, sólo nos limitaremos a decir en esta ocasión, que es la más portentosa y fascinante conjunción  de virtuosismo y maestría que podemos disfrutar en el panorama musical de nuestras islas. En futuras oportunidades intentaremos, desde este pequeño espacio, abordar con mayor extensión y profundidad, lo que sin duda podemos calificar como un fenómeno musical extraordinario.

¿…Y qué podemos decir del otro admirado amigo…Alfredo Ayala, sobre el que hoy se circunscribe el motivo central de estas apresuradas letras, en torno a su nuevo homenaje, que añadiremos a una larga lista de reconocimientos?.
Sólo se nos ocurre una torpe, pero sincera respuesta: ¡Gracias Alfredo!.

Gracias; porque con tu noble oficio de contador de bellas historias, has consagrado toda una vida a mantener en nuestros corazones aquella tenue luz que nos emociona e identifica con el hondo sentimiento de pertenecer a esta tierra.
 Porque, tras una simple gaviota…tras un árbol olvidado en alguna calle perdida…tras la mirada cansada de un curtido bregador de nuestra lucha…has sabido encontrar una historia que contar. Y al hacerlo, casi sin advertirlo ni pretenderlo, cuentas la historia de todos,  y de todo cuanto realmente somos. Porque de la cotidiana crónica de las sencillas cosas,  sabes  extraer, como nadie,  la esencia  misma de nuestra singularidad.

Gracias; porque, pese a todo… jamás te rindes, dándonos a todos una ejemplar lección de inquebrantable voluntad  y tesón. Porque, siempre has tenido la convicción de cuanto estás haciendo, y ya nada puede pararte. Porque esa misma convicción es lo que te determina en alcanzar tus sueños, haciéndote una persona auténtica…sin adorno alguno, porque no lo necesitas.

Gracias querido Alfredo; por haber tenido a bien el honrarme con tu generosa amistad.


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y para Etnografía y Folclore.

miércoles, 16 de mayo de 2012

FABIOLA TRUJILLO: "Enamoradita"

Hoy nos hacemos eco de una estupenda noticia: La presentación de una nueva entrega discográfica de Fabiola Trujillo, que tendrá lugar en el Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria, el próximo 26 de mayo, a las 20:30.


La producción musical de este trabajo ha estado a cargo, una vez más, de su compositor de cabecera, la persona que rige su carrera artística, Juan Carlos Sierra, productor de infinidad de trabajos discográficos y que algunos medios ya han bautizado como el “Manzanero canario” en clara alusión al archiconocido compositor mexicano Armando Manzanero.

Éste es un disco que engloba diferentes géneros musicales: rumba, balada, bolero, joropo, valses peruanos,… y que tiene como canción promocional la rumba “Enamoradita” que da título genérico a este trabajo.

Cuenta con la colaboración especial del artista José Vélez que comparte un dúo conmigo, la famosa canción “Tu retirada”,  escrita por el prestigioso compositor mexicano José Alfredo Jiménez. Esta colaboración se hace más importante si cabe por el hecho de que Vélez no ha grabado con ningún otro artista en sus más de 30 años de carrera. 

Biografía de Fabiola Trujillo.
Comenzó con 8 años en las fiestas de los municipios y barrios de la isla.
Se incorporó a diferentes agrupaciones folclóricas donde permaneció varios años.

Año 2002: Grabó su primer trabajo discográfico titulado Mi razón de Vivir, el cual los componía canciones de diferentes estilos, desde la cumbia a la balada o la ranchera.
Ha participado en varios encuentros de solistas y en programas de televisión como Tenderete, La bodega de Julián, etc..

Se ha  presentado a diferentes festivales de la canción, obteniendo los siguientes premios:

Ø     II Festival del Centro Cial. “La Ballena” – 2ª Premio obtenido.
Ø     II Festival de la Canción del Noroeste (Gáldar) – 1º Premio.
Ø     Festival de la Canción de Yaiza (Lanzarote) – 2º Premio.
Ø     III Festival de Boleros de Guía – 1º Premio.
Ø     IV Festival “Voces de Ahora” de Puntallana (La Palma) – 1º Premio.


Febrero 2006: Presentó su segundo trabajo discográfico titulado Alma de Mariachi”, en el que se funden y entrelazan el bolero y la música mexicana, estilo con el que más se identifica. En este trabajo ya empieza a incluir algún tema inédito.

Sigue realizando actuaciones por diferentes municipios del archipiélago y en 2008 graba su trabajo Adoro a México bajo la producción musical de Juan Carlos Sierra y donde añade más temas inéditos bajo la pluma del compositor Grancanario Juan Carlos Sierra.
Es en este año y con motivo de la presentación de este disco, cuando lleva a cabo una apuesta arriesgada: presentar el disco en directo con una puesta en escena de 27 músicos.

Año 2010: Graba su cuarto trabajo discográfico denominado “Sangre de Charro” donde además de incluir temas inéditos del compositor canario antes mencionado, incluye la canción “Ciudad de México” escrita por el compositor sevillano de fama internacional José Abraham, autor de canciones de éxito en las voces de artistas como Tamara, Cristian Castro, David Bisbal, David Bustamante, Pastora Soler y otros.
Motivada siempre por el cariño de la gente, sigue trabajando hasta el día de hoy, presentando el quinto disco ya… parece que fue ayer.

Año 2012: Graba “Enamoradita”, un quinto disco con el que ha dado un vuelco al estilo que hasta ahora ha interpretado, para adentrarme en los sentimientos más íntimos y transmitirlos a través de las canciones. 




Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y para Etnografía y Folclore.

jueves, 19 de abril de 2012

Tigaray: "Por los senderos de vuelta..."




“…Te llevo en el corazón
porque en tus montes y cumbres
dejé ilusiones primeras,
mis recuerdos más queridos,
mis mejores primaveras…”
(Tigaray: Sueño de un emigrante)

Volver…es siempre un bello acto de amor,  porque nada ni nadie regresa a las vivencias y a los lugares del pasado, si no es por la necesidad de hallar el feliz reencuentro con  los añorados apegos, que un día quedaran en alguna cuneta de aquel camino que nos viera marchar.

A veces, el camino se hace más camino cuando se retorna sobre los mismos pasos que nos llevaron  lejos…porque a cada paso del regreso, revivimos nuestra propia andadura en aquellas huellas impresas de la partida. Revivir lo andado, siempre nos dará  una esclarecedora perspectiva de nosotros mismos, como efímeros caminantes de esta corta vida…en la que,  el caminar… es todo cuanto da sentido a nuestra propia existencia. Y es que soñar con la vuelta, siempre será la más noble  motivación para iniciar la partida.

Quienes se aventuran en los senderos del adiós, principian a convertirse en soñadores del regreso, anhelantes de volver a ver aquellos remotos pañuelos de la despedida, agitándose de nuevo, en un jubiloso y hospitalario saludo de bienvenida.
 Los habitantes del norteño lugar de Los Realejos, saben muy bien de este soñar con el día del regreso, porque son un pueblo de eternos trashumantes de caminos hacia otros horizontes de esperanza. Porque desde las ingentes laderas de Tigaiga… desde las profundidades del Barranco de Ruiz…todo se precipita hacia ese  mar de nuevos horizontes, como una fuerza telúrica que arrastra  a sus gentes… a partir…y así empezar a soñar,  con el día del retorno.

“Por los senderos de vuelta…”; es el expresivo enunciado,  adoptado por el grupo Tigaray, para celebrar su feliz y plena reincorporación al  panorama musical de las islas. Lejos de la indeterminación poética de la propia oración elegida, la misma encierra toda una declaración de intenciones, sobre cómo debe entenderse este nuevo y ansiado acontecimiento musical. Pues de ella, sólo se desprende la emotividad que siempre acompaña a quien vuelve a encontrarse con algo muy preciado, tras el inexorable paso del tiempo.

Iniciar el sendero de vuelta, reconociendo las propias huellas  reveladoras de una larga andadura de más de 27 años, es una inteligente actitud conciliadora con el pasado, y una rotunda muestra de coherencia consigo mismo. Pero,  culminado ese camino de regreso,  y abierto ya el equipaje, resulta alentador comprobar que junto al pertrecho de la experiencia, hemos de desembalar una nueva y esperanzadora carga, envuelta en las jóvenes ilusiones de quienes han venido incorporándose en ese viaje hacia el reencuentro.
(Óleo de D. Eleuterio Garrido; portada del disco "En las raices del alma").

Reencontrarse consigo mismo,  es renacer a la íntima verdad que condiciona nuestra razón de ser,  nuestra conciencia y nuestro proceder como individuos. En el caso de Tigaray, esa íntima verdad,  radica en su profundo amor a una tierra, cuyo rotundo paisaje, eleva a los hombres en su espíritu, engrandeciéndolos en el orgullo de pertenecer a ese lugar.

Es una verdad que se nos revela nada mas entrar en el salón de ensayos de esta formación musical, al contemplar la imponente presencia de  un lema  enmarcado, cuyos  versos, rezan:

“De los riscos de Tigaiga
salió una voz que decía:
Aquí nació Tigaray,
que tenga muy larga vida”.
                                                                                (Tigaray: D. Agustín Hernández González)
                                                                                             

Tigaiga…Tigaray…son dos ancestrales acepciones fonéticas para referir un lugar y para nombrar una emoción. Porque nacer, vivir y morir al amparo de las protectoras paredes de Tigaiga, es como sentirse acunado en el regazo maternal de nuestra infancia, donde las delicadas manos de la ternura y las caricias, se tornan suave brisa de bruma y brezal. Y es que Tigaiga, no es simplemente un prodigioso lugar…Tigaiga es un sentimiento.

Tigaray, asume y encarna ese sentimiento como una parte indisoluble de si misma, para mostrarlo al mundo, un lejano día de junio de 1985. Fruto de esa sensibilidad, surge una extensa producción discográfica, cuyos títulos vienen a corroborar la particular motivación emocional de este colectivo musical.

“Tigaray”, (1987); “Sueño de un emigrante”, (1989); “En las raíces del alma”, (1993); “A la sombra de Tigaiga”, (1996); “Las dos orillas”, (2000); “Veinte años”, (2006)…constituyen  en su conjunto,  un largo y esforzado periplo en torno a la figura del hombre y su identificación con la tierra que le vio nacer, aún cuando el mismo se encuentre muy lejos de ella.

Esta especial y reiterada exaltación de la figura del ausente,  surge como natural  reflejo del entorno poblacional de Tigaray,  tradicionalmente forzado a una desgarradora  emigración a lo largo de los siglos. Llevar un fraterno mensaje a estos ausentes, ha sido un noble empeño de Tigaray, a lo largo de su dilatada trayectoria, en la que podemos destacar su  prolongada gira por tierras venezolanas, su participación en programas televisivos de difusión internacional como Tenderete y La Bodega de Julián, así como su contribución en eventos de proyección global como la Expo 92, o la Muestra Internacional de Folklore de Sestao; Bilbao.

Conscientes y comprometidos en transmitir este mensaje evocador de su tierra, Tigaray se distingue por una profusa producción de factura propia, abordando una cuidada temática musical de carácter costumbrista y tradicionalista, como “Sueño de un emigrante”, “Tigaiga, paloma blanca”, “Fundidas en un abrazo”, “El Foguetero”, “Folias”, “Isa a Bentor”, “Seguidillas del pescador”, “Balada del viento de Lanzarote”, “Aires de Lima” y “Mayo”. Estos brillantes exponentes de creación propia, constituyen sin lugar a dudas,  la esencia medular de Tigaray, que ha sido recibida y valorada en todos los rincones de las islas y fuera de ellas.
Junto a este bagaje original, Tigaray incorpora en su repertorio, otras temáticas musicales provenientes de la asunción de otras culturas muy cercanas a la nuestra, a través del retorno de  las innumerables  generaciones involucradas en las migraciones históricas de nuestro pueblo.

La conjunción  de ambas vertientes musicales,  confiere a la trayectoria de Tigaray,  el papel de un valioso puente cultural y sentimental entre las dos orillas atlánticas, y la  percepción  de una  impronta universalista de la música como fenómeno solidarizador  de los pueblos.

Nada de toda esta coherencia en el  planteamiento intencional de Tigaray  podría llegar a buen término, si no fuera  por su solidez y solvencia coral e instrumental, demostradas a lo largo de tantos años. Desde el punto de vista musical, creer firmemente en si mismos, ha sido una constante de esta formación; y ello, se ha traducido en una sonoridad específica que les distingue de otros colectivos, pese a las lógicas y diversas  etapas,  propias de tan larga existencia.
Para esta presente etapa, Tigaray ha tenido la nobleza y el acierto de otorgar la responsabilidad de la dirección musical, a la figura de Samuel Fumero, vinculado a la formación musical desde la infancia por motivos de familiares y de amistad. Y con ello, ha sabido iniciar  un nuevo ciclo de refuerzo generacional,  garante de  renovados impulsos, con los que proseguir un camino emprendido hace ya, algo menos de tres décadas. A la extraordinaria capacidad y creatividad musical de Samuel, habremos de reconocer su total implicación en la motivación doctrinaria del grupo, y apreciar el pleno conocimiento de la evolución del mismo. Con todo ello, la dirección de Samuel Fumero se constituye en la clave para iniciar esta nueva andadura de Tigaray, calificada como la del reencuentro con sus propios valores, forjados a través del esfuerzo y la constancia.

Estos profundos e incuestionables valores de Tigaray, son los que nos llevan a la personal reflexión de afirmar que: quien una vez estuvo en Tigaray, lo seguirá estando toda la vida…aunque ya no esté entre nosotros.

Es Tigaiga…brezo y bruma en risco altivo.
Tigaiga…
Cuando la muerte me traiga
la soledad en la penumbra,
oiré los ecos perdidos
de mi Tigaray querido,
que en sus laderas retumba.
Laderas de mis Realejos,
donde habrás de encontrar mi tumba.
(Folias: Tigaray)




Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred y
para Etnografía y Folclore.

jueves, 29 de marzo de 2012

ABRUNCOS



El que canta es porque quiere
y, el que no quiere, no canta.
Hoy canto porque yo quiero,
y en mi querer nadie manda.

(“Nuestra Isa”: Abruncos; Jacob González Marrero
 y Manuel Haro Manzano).


Abrir la ilusión a un nuevo propósito, es como el entusiasta despertar infantil a la tenue luz incipiente de la aurora, donde el nuevo día que se avecina, siempre será mejor que el ayer, que ya fue vivido.

Y es que anhelar apasionadamente un futuro mejor, es convertirse nuevamente en aquel niño, cuyos escasos recuerdos, nunca dejará abandonados a la estéril nostalgia, porque, para él, tales vivencias siempre supondrán el más preciado tesoro donde fraguar la experiencia, que le muestre cómo afrontar el nuevo día, que aún está por venir.


En esos ilusionantes días venideros, anda Abruncos confabulando una nueva etapa como formación musical, en la que su pródigo pasado, lejos de anclarlo a sus ataduras, se convierte en el fundamento para una vigorosa y renovada motivación con la que avanzar hacia el futuro.

Nada podrá detener a este puñado de hombres, vinculados a un paisaje y a un paisanaje caracterizado por una abrupta orografía, y por una historia forjada en el ingente esfuerzo y sacrificio por superar las dificultades de la naturaleza. Porque el carácter de los hombres norteños, sobreviene de la necesidad de afrontar con decisión, las ancestrales penurias del pastor y del labrador de las cumbres… o del pescador acodado entre la pared acantilada y una mar embravecida, sin resquicio de piedad.

A diferencia de otras latitudes, en el norte de Tenerife; es el lugar quien transforma a los hombres, haciendo de la entereza indómita de su carácter, un elemento indisoluble de la propia severidad y el rigor del territorio.
El municipio de La Guancha, es por su propia denominación e historia, un rotundo exponente de este espíritu indómito y perseverante…y es allí donde nace Abruncos un buen día de 1986. Debe su nombre, a una curiosa derivación toponímica de la Hoya del Brunco; una plácida hondonada salpicada de retamas y pinos hacia la luz, adormecida en el regazo del Teide. Pareciera que toda la magia de aquel lugar, hubiera impregnado de encanto sonoro al propio nombre adoptado por este grupo de hombres, para llamarse así mismos.

Toda esta potente contextualización ambiental e idiosincrásica, confiere en Abruncos el papel de convertirse en el fiel espejo donde se reflejan las vivencias populares guardadas en la memoria y en las tradiciones de sus gentes. Pues le ha llevado a asumir la tarea de investigar y rescatar los valores culturales y costumbristas de su pueblo, muchas veces olvidados en los antiguos refraneros y romances de transmisión oral. Por ello, Abruncos atesora en su repertorio musical, elementos poético-musicales arcaicos, de insustituible valor etnográfico.

Aún cuando esta encomiable labor rescatadora motivaría por si sola, nuestra admiración por esta formación musical, existen en Abruncos otros aspectos, que indudablemente, resultan igual de meritorios. Nos referimos a la creatividad compositiva de muchos de los temas musicales de factura propia, y a la cuidada expresión poética de las letras contenidas en su repertorio, involucrando a autores de extraordinaria valía como Agustín Aguiar, Esteban Quintero, José Félix Navarro, Alfonso Morales…etc. Y más recientemente: Manuel Haro Manzano y Jacob González Marrero.

Esta preocupación por el contenido literario de su temática musical, es algo enormemente gratificante, por cuanto lamentablemente, ha venido cayendo en desuso por parte de muchas formaciones musicales con formato y estructura similar a la de Abruncos.

La creación propia, es quizás desde el punto de vista temático, el elemento diferenciador más significativo de la contundente especificidad de este colectivo, y una muestra explícita de su solidez y coherencia.

Pero además de esta prodigiosa producción doméstica, abundan otros elementos musicales externos de carácter popular, incorporados al repertorio conforme el propio pueblo hace de ellos natural y espontáneo motivo de recreación, a través de su asimilación transcultural.


Muestra palpable de todas estas iniciativas y planteamientos, es la bella y consecuente producción discográfica de esta formación musical. Títulos como “Recuerdos”, “Embrujo”, “A la luz de un candil” o “Dímelo con un bolero”, son la expresión musical registrada de toda esta común voluntad por ofrecer una determinada aportación original al folclore y a la música tradicional de las islas. A lo largo de casi tres décadas, no ha habido rincón de éstas, nuestras islas, donde no se haya tenido la oportunidad de disfrutar de la particular sonoridad de Abruncos. Su presencia y participación en múltiples programas de radio y televisión, como “El Patio” de RTVE, “Taifa y Candil” de RTVE2, “Cantadores” de Antena3, “Denominación de origen” de Azul Televisión, o “Noches de Verano” de Canal 6 Teidevisión; ha propiciado la difusión del nombre de Abruncos a lo largo y ancho del archipiélago.

Más allá de estas orillas, en territorio peninsular, Abruncos ha sabido representar con brillantez y dignidad las peculiaridades de nuestra música, llevando su buenhacer a lugares como Madrid, Toledo, Segovia, Santiago y Santander.

Toda esta dilatada experiencia es la que afianza a Abruncos en su propósito de iniciar una nueva etapa, tras su reciente presentación del pasado 23 de marzo, en el Centro Cultural Santo Domingo, del municipio de La Guancha. El motivo de esta nueva andadura, no es otro que el derivado de la flamante incorporación de su nuevo director: Jacob González Marrero.

Quienes han tenido la fortuna y el honor de conocer a Jacob González, sabrán muy bien que tal incorporación a las labores de dirección musical de Abruncos, propiciará una revolución cualitativa decisoria en la historia de esta formación musical. Porque, con el paso de los años, hemos podido aprender y experimentar, que hay directores…y directores. Los hay, que pese a su indiscutible brillantez, la misma no les ha servido sino para pasar de puntillas por un determinado colectivo, sin dejar apenas huella, porque simplemente no han sabido, o no han querido, implicarse en las entrañas y en las aspiraciones del mismo. Su falta de implicación por conocer, asumir y potenciar las especificidades musicales propias de cada grupo, los lleva a imponer y generalizar un estándar cromático-musical sobre todas las agrupaciones a su cargo, desarraigándolas de todo cuanto les particulariza, para incorporarlas por igual a una sola expresividad de matices y efectos sonoros, que no son más que el reflejo y la prolongación de una férrea impronta personal, alimentada por la necesidad de mostrar, permanentemente y en cualquier lugar, la presencia de un determinado  prestigio y una supuesta maestría.

Afortunadamente, la pervivencia de la pluralidad, riqueza y diversidad de nuestra música, está en muy buenas manos mientras existan actitudes y aptitudes como las que encarna Jacob González, porque precisamente su figura, apunta a todo lo contrario de lo señalado anteriormente. Se es buen músico cuando se es, pero se es Maestro cuando se demuestra, y Jacob González lo demuestra día a día, sin necesidad de grandes aspavientos.

Fruto de esta natural implicación por todo cuanto concierne a Abruncos, como nuevo grupo a su cargo, y asumiendo el particular planteamiento de éste, en aportar elementos musicales de creación propia, surgen de la mano, el saber y el alma de Jacob González, unas bellísimas folías e isas, que sirvieron de preámbulo y colofón, a tan grato y esperanzador acto de presentación.

Nada ni nadie a partir de ahora, podrá quedar indiferente ante el futuro de este nuevo Abruncos que se avecina, porque se ha unido el tesón con la perseverancia, la coherencia con la rectitud, y el alma con la maestría.
De cómo escribir un verso
y no encontrarle sentido;
de cómo hilar las palabras
y andar por ellas perdido.
(“Por ti, unas folías”: Abruncos; Jacob González Marrero).


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred
y Etnografía y Folclore.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Surco y Arado



Abrir las entrañas de la tierra, es ahondar en nosotros mismos.



Porque a cada golpe de azada…en cada estela polvorienta rota tras el esforzado surcar del arado, se evocan y reviven todos aquellos anhelos de nuestra gente por alcanzar un futuro mejor. Labrar nuestros malpaises calcinados por el sol, el salitre y el volcán, es un rito ancestral que nos sumerge en una parte esencial de nuestra cultura como pueblo de sembradores de esperanzas.



Y es esa vieja y paciente esperanza por obtener los frutos del mañana, la que aguarda en cada surco, y anida en el corazón de todos canarios de bien, mostrándose como la mayor riqueza que siempre podremos obtener del pálpito profundo de nuestra tierra.

Surco y Arado, es una formación musical que nace con este imperecedero espíritu de apego a la tierra, en la fértil comarca norteña de la isla de Gran Canaria, donde las tradiciones, al igual que el propio mundo agropecuario, luchan denodadamente contra el abandono y el olvido.

Surgida en los inicios de la década de los 90, en el galdense barrio de San Isidro, de donde toma inicialmente su denominación como “Amigos de San Isidro”; Surco y Arado nos presenta una trayectoria ejemplar en cuanto a su voluntad por desarrollar y difundir la enseñanza de nuestro folclore.

En el año 2001 impulsa la formación de un aula de toque de cuerdas, a la que seguirá la creación de un aula de danza y bailes folclóricos, en el año 2003. Un año después, implanta una nueva aula donde impartir conocimientos de canto coral, cuyo evidente buen resultado ha trascendido hasta nuestros días.

Todo este esfuerzo formativo y didáctico converge en la consolidación e institucionalización de Surco y Arado como agrupación folclórica de referencia en el ámbito del conjunto de las Islas, que la llevará a su participación, en el año 2005, en el primer Festival Regional de Folclore de Santiago de Gáldar. Su extraordinario éxito y aceptación propiciará su intervención en una segunda edición del referido festival, donde Surco y Arado hace presentación de su nueva vestimenta representativa del campesino de fiesta, o de gala, de los siglos XVIII y XIX.
Esta nueva aportación al campo de nuestra vestimenta tradicional, junto con el ropaje de campesino de faena, con la que inicialmente se dieron a conocer, ha hecho de Surco y Arado; así como de otras muchas agrupaciones del norte de Gran Canaria; un agente activo y enriquecedor en la difusión de nuestro patrimonio textil e indumentario.
Pero será el año 2007, cuando despegue y se consolide definitivamente Surco y Arado, a raíz de la presentación de una recreación costumbrista de los siglos XVIII y XIX, en el Centro Cultural Los Guaires de Galdar. Pues es en ese momento, cuando se produce el apadrinamiento e incorporación de una figura de enorme trascendencia para el desarrollo musical del grupo, encarnado en la persona del extraordinario director, compositor y arreglista: Víctor Batista.
Será en ese mismo año de 2007, cuando quede también definitivamente constituido y consolidado el brillante e impecable cuerpo de baile que hoy conocemos.

El esfuerzo colectivo a lo largo de estos años invistió a Surco y Arado de una sólida entidad que lo ha llevado a ser dignos representantes de su isla, comarca y municipio, en cuantos eventos de carácter festivo e institucional han venido propiciándose en nuestras islas, participando en tres ocasiones en la romería regional de Ntra. Sra. Del Pino, en el Encuentro 7 Islas de La Laguna…etc.

No debemos olvidar su notable labor precursora en el rescate de los tradicionales bailes de Taifa y Piñata, en la comarca norteña grancanaria, tan importantes para el mantenimiento y difusión de nuestras tradiciones.
Recientemente hemos tenido la fortuna de apreciar el buenhacer de Surco y Arado en la VIII Semana Cultural de La Laguna, que junto a otra prestigiosa formación como Labrantes de Arucas, ofrecieron una bellísima muestra del folclore tradicional de la isla de Gran Canaria, cuyo sello inconfundible, nos lleva a la reflexión sobre la diversidad de matices de nuestra cultura musical.
Quizás esa especificidad de matices, que todavía podemos apreciar en el acervo y la producción musical de cada una de nuestras islas, sea el mayor exponente de la riqueza de nuestro folclore.

Desde este pequeño rincón quisiéramos dar la enhorabuena a Surco y Arado por su magnífica labor y trayectoria, encauzada en la preservación y divulgación de nuestras tradiciones, así como por su esfuerzo y voluntad por mantener las especificidades propias de su contexto cultural.


Félix Román Morales Díaz

para Artistasenred

y Etnografía y Folclore.

martes, 21 de febrero de 2012

La parranda abre camino: Parranda El Carburo.

En estos presurosos días,  ensombrecidos por una permanente y atenazante  incertidumbre sobre las expectativas de  todo cuanto concierne al futuro de nuestras vidas; cada vez más sujetas a los indescifrables caprichos del azar y a una vertiginosa espiral de usura y egoísmo que hemos venido en mal-llamar “los mercados”;  surge en todos nosotros la imperiosa necesidad de hallar algún referente ideológico donde asirnos desde el naufragio de la imaginación perdida. Buscamos con ansiedad la frase lapidaria que materialice un pensamiento que nos conduzca nuevamente hacia la seguridad de la luz, dejando atrás la penumbra de la ignorancia y la desolación de las ideas.
Asistimos con resignación a una continua reedición de los logros intelectuales y culturales de otras épocas más fecundas de nuestra historia,  sabedores de nuestra actual  incapacidad de propiciar nuevos caminos para las artes, la cultura y el pensamiento.
Y es que la imperante ausencia de todo vestigio de creatividad intelectual y artística, es el más claro síntoma de que estamos, una vez más, ante  las puertas del árido páramo de la decadencia cultural, por el que ocasionalmente ha transitado, como en  lánguido destierro, nuestra humana civilización a lo largo de su historia.
Nada debemos temer del eclecticismo y el revisionismo cultural que nos embarga, pues es un abismo que ya hemos bordeado antes,  y  el cual siempre hemos sabido sortear.  Reeditar, revisar y recrear nuestra producción artística,  es la mejor estrategia planteable, en tanto no surjan nuevos horizontes de pensamiento, traídos por una nueva escala de valores, tan necesaria  para nuestra sociedad.

En el ámbito artístico más concreto  de la música, no debería perturbarnos el contemplar la persistente recurrencia a las temáticas compositivas y poéticas  ya producidas a lo largo del tiempo, que continuamente emergen  en forma de reediciones discográficas, de recreaciones armónicas, o de variaciones estilísticas. El afloramiento de episodios musicales del pasado es una circunstancia de los turbios tiempos que corren, pero nunca una consecuencia de los mismos. Pues, si así lo concibiéramos, estaríamos ante un simple acto nostálgico y evocador de los logros musicales pretéritos,  y nos alejaríamos radicalmente de la oportunidad de ahondar en el extenso campo del pasado, donde extraer y afianzar  aquellos elementos invariables e identificadores de nuestra cultura musical, que preparen el camino para la nueva era y el nuevo impulso creador que inexorablemente llegará, como bien nos ha enseñado siempre la Historia.

Recientemente,  viene suscitándose  en algunos foros de opinión, y desde alguna prominente figura del ámbito musical de nuestro entorno,  un cuestionamiento sobre la pérdida de vigencia y el agotamiento de los recursos temáticos y melódicos que han venido conformando el bagaje de nuestra cultura musical tradicional y popular, estableciéndose de forma concluyente,  que tal proceso evolutivo de la historia de nuestra música, ha encontrado su final.  Ante tal fatídica conclusión, se promulga y postula la necesidad de recurrir a otras fuentes musicales de dudoso arraigo y vinculación con nuestro pasado, para que las mismas abran nuevas perspectivas  a una supuesta  creatividad agotada, aún cuando ello nos aleje definitivamente de nuestros orígenes y nuestra singular razón de ser.
Por nuestra condición de pueblo descendiente de  emigrantes  y por razones geopolíticas,  nuestra cultura siempre se ha caracterizado por su vocación pluralista y receptora de todo cuanto ha arribado a nuestras costas atlánticas. Y sin embargo, el resultado de ese sincretismo cultural a lo largo de los siglos, es una monolítica y específica identidad,  palpable en la cultura e idiosincrasia de nuestro pueblo. Y es que tan sólo el natural proceder de las gentes a lo largo de generaciones, puede llegar a dirimir qué elementos externos pueden llegar a ser asumibles y consustanciales con el desarrollo y evolución de nuestra propia cultura.
Yuxtaponer a nuestra música tradicional y popular,  una acción globalizadora multiétnica, cargada de nuevos recursos sonoros exóticos que nada tienen que ver con  las cadencias melódicas que nos identifican, supone una innovación  artificial y temeraria, aún cuando la misma surja de la mejor intención para salir del estancamiento creativo.
Dicho artificio, cobra una intencionalidad suicida, cuando quienes proponen dicha operación pretenden, en defensa de la misma,  erradicar todo vestigio del pasado, entendiendo que la producción musical pretérita,  es materia “superada”; desechándose así las más elementales y originarias referencias de nuestra cultura musical.
Pero, cuando además se enuncia,  sin más elemento de juicio que el protagonizar la titularidad de una frase llamativa y ocurrente,  que nuestra música ha quedado obsoleta  por su estrecha circunscripción a la figura de “la parranda”, llegamos definitivamente a la conclusión de que nos encontramos ante un posicionamiento desconcertante e inconsistente.
La parranda, no puede limitarse a ser considerada simplemente como un fenómeno social y festivo, concebido sin más propósito que la búsqueda del entretenimiento o la diversión. Su denominación no puede ser perversamente identificada como algo puramente intrascendente y anecdótico. Dar ese tratamiento peyorativo a la parranda  es denigrarnos a nosotros mismos.
Porque la parranda,  es y ha sido el ámbito natural donde se refrenda la valía y aceptación popular de un determinado motivo musical de nueva creación, para incorporarlo al acervo cultural del pueblo, o para que el mismo quede desechado en el olvido.
Y es que la parranda no es un fin en si misma. No es la parranda  la que converge en la música, sino es ésta  última la que busca la confluencia en el seno de la parranda para poder perpetuarse en el tiempo.
Por muy exquisita y sublime  que sea una nueva creación musical, y por muy potente que sean los instrumentos mediáticos para su difusión, la misma quedará perdida en la indiferencia del tiempo, en tanto no logre incorporarse a la memoria musical colectiva fraguada en la parranda.  Simplemente quedará como un objeto raro, bello y ajeno al sentimiento común e identitario del pueblo. Porque negar  a la parranda es dar la espalda a la misma fuente de  nuestra cultura musical  y a nuestra propia razón de ser.

Como muestra de cuanto hemos expuesto, hoy traemos a este pequeño apartado un ejemplo contundente: La Parranda El Carburo.
Debe su denominación a una pequeña lamparita de carburo de calcio cuya tenue luz alumbró el ingente esfuerzo de nuestros antepasados por arrancar de las mismas entrañas de la cumbre,  un  generoso destilar agua  para dar la vida a esta tierra. La misma luz de llama azulada,  en torno a la cual muchos de nuestros hogares de antaño conciliaron el descanso nocturno, cuando hasta el aceite para el candil resultaba un lujo inasequible.
La Parranda El Carburo es esencialmente un colectivo de voluntades aunadas  por  la común inquietud de representar el sentir musical de los más recónditos  rincones de nuestros pueblos.

Su amplio y heterogéneo repertorio musical  es el propio reflejo de todo cuanto es perceptible en nuestras calles y plazas, porque es en este entorno ambiental,  donde El Carburo consigue establecer estrechas relaciones de reciprocidad y empatía  con el público. Y es que a veces, implicarse en el movimiento cultural de un pueblo no supone mayor esfuerzo que el vivir y compartir de manera natural,  el propio devenir de los acontecimientos cotidianos  de éste. Es incorporar un vigoroso impulso de intenciones y propuestas,  al fluir de la corriente donde discurren las motivaciones culturales que dicho pueblo ha convenido en asumir como  propias.
Por todo ello,  El Carburo es más parranda cuanto más pueblo…y ello, le hará perdurar en el tiempo mientras subsistan aquellas señas culturales que nos identifiquen colectivamente.
Constituida en el año 2005 en el municipio de El Rosario, La Parranda El Carburo está compuesta actualmente  por once integrantes, cuya característica principal es su distinta procedencia  y vinculación a otras formaciones musicales de gran prestigio y larga trayectoria. Sin embargo, este perfil multifacético de muchos de sus componentes, no supone ningún tipo de condicionamiento, pues su pertenencia a El Carburo, nace de la inquietud por mantener y potenciar el formato de la parranda popular de corte tradicional, que personifica y acopia la herencia musical  de la calle.

Conscientes de ser portadores de esa herencia musical propia, han sabido mostrarla con dignidad y orgullo en otras latitudes como Andalucía, Cataluña y Cantabria; y a través de distintos canales mediáticos de radio y televisión.
Desde este pequeño rincón, queremos manifestar nuestro reconocimiento a La Parranda El Carburo, por ser un colectivo que ha sabido nutrirse de personas que siempre han creído firmemente en lo que hacen, sin perseguir mayor contraprestación que sentirse parte indisoluble del propio pueblo. Que la luz de la pequeña lamparita que los representa,  alumbre por siempre nuestro a veces cuestionado panorama musical.


Félix Román Morales Díaz
para Artistasenred y
Etnografía y Folclore.