miércoles, 27 de octubre de 2010

PAIBA CANTA A SU PUEBLO

Para quienes, en el día a día de nuestras vidas, nos mueve la inquietud en descubrir aquellos afortunados ejemplos dirigidos a potenciar el respeto y la vigencia de nuestra música y tradiciones, la muestra ofrecida por el Grupo Folclórico Paiba en la noche del pasado jueves 21 de octubre, resultó del todo sorprendente y conmovedora. Pues, cuantos en esa noche tuvimos la ocasión de acudir al Salón de Actos de La Caja de Ahorros de Santa Cruz de Tenerife, obtuvimos el inusitado premio de toparnos con algo que va mucho más allá de la mera presentación de un nuevo proyecto discográfico.

Aun cuando, como cabría esperar, hubiese sido más que aceptable y elogiable, encontrarnos con una simple y detallada exposición de esta última grabación, realizada con motivo de la celebración de su trigésimo aniversario, Paiba nos presenta un acto profundamente íntimo, cargado de reconocimiento y gratitud al pueblo que les vio nacer, donde el repertorio de los temas contenidos en su nuevo disco, se convierte en el hilo conductor para desarrollar un despliegue de recuerdos y vivencias impresos en la memoria colectiva de sus gentes.

Bajo el título de “Pueblo” y con la imagen de un óleo del pintor Julio Padrón, este nuevo disco rinde el sentido homenaje a un bello rincón insular salpicado de atlántica espuma, acunado en el regazo abrupto de la cordillera de Anaga cuando se precipita en el mar, que la historia y la devoción de sus habitantes han dado en llamar San Andrés. Su ancestral denominación; Paiba; quedó guardada en los corazones de sus habitantes como la más firme expresión del irreducible deseo en singularizarse como pueblo emancipado, libre de sometimientos, intolerancias y codicias externas. Porque la historia de Paiba…de San Andrés, se ha escrito con el sacrificio de una gente curtida en el salitre del mar de su sustento, y en el sudor del ingente esfuerzo por hacer cultivable el risco vertical de sus laderas. Es una historia de lamentos de ausencia perdidos en la hondura del mar, y de aterradores recuerdos arrastrados por una fatídica avenida torrencial. Sin embargo, tantos tristes avatares y denodados esfuerzos ha impregnado a su gente de un ánimo indomable que los reúne en una franca fraternidad, perceptible en la tácita complicidad de los asistentes al acto que hoy nos ocupa, al hacer de ello un motivo de reencuentro y celebración.

Imbuidos en ese espíritu de cordialidad, el acto de presentación del nuevo disco del Grupo Folclórico Paiba constituye un generoso tributo a su pueblo, una hermosa ceremonia de hermanamiento y gratitud a sus gentes, y el más bello canto a la amistad y solidaridad de un puñado de hombres y mujeres, cuyos destinos, les llevó a nacer en un recóndito lugar al borde del mar, al que aman profundamente y protegen con coraje.


Con el pálpito de esta motivación poética en las bellas palabras del ilustre periodista D. Joaquín Castro San Luís, y el sonar de chácaras y tambores en un cadencioso tajaraste por nombre Maresía, nos sumergimos en los inicios de tan afectivo acto, en el que va desgranándose un rico y variado repertorio musical de factura propia, que otorga a esta formación la solidez y el merecido prestigio con que se les reconoce, frente a otros posicionamientos basados en la oportuna utilización de temas musicales retomados de fuentes ajenas. Así, aparecen en este nuevo disco renovadas, y también inéditas creaciones musicales de autoría propia, como “Coplas a la Enamorada”, “Al Puchero”, “Nostalgia”, “Parrandero”, “Arroró”, o el entrañable villancico “Un Volcán Guarda la Cuna”.

Esta actitud asentada en la producción de temas propios, que podemos apreciar en ediciones discográficas anteriores, como “Gente de Anaga”, “Donde se Esconde un Lucero”, y “Enamorada del Mar”, viene atribuyendo al Grupo Folclórico Paiba una coherencia creativa muy encomiable. Nos vienen a la memoria antiguos temas como “Las Santiguadoras”, “Vamos p´al Arte”, “Igueste” o “Folias del Valle”, cuya trascendencia ha arraigado en el cancionero de nuestro acervo musical. Esta clara voluntad de vincularse con el sentir popular, no es casual en Paiba, pues surge de un premeditado esfuerzo evidenciado en la utilización argumental de muchas composiciones de nuestros más insignes poetas, así como de la recopilación del romancero tradicional.

Fruto de éste esfuerzo en la investigación y rescate de nuestra tradición oral y escrita, es el “Romance de un Naufragio”; que centra gran parte de la motivación de este nuevo disco de Paiba; basado en la crónica del hundimiento del vapor francés Flachat en 1898 en las costas de Anaga, hecho registrado en un romance recopilado por Dª. Mercedes Morales en 1955 en la Cruz Santa, el cual se hace eco de la conmoción de la población por tan triste suceso.


La amena descripción del desarrollo de las pesquisas e investigaciones historiográficas por parte de Benjamín Cova y Francisco Melián, colaboradores y fundadores de Paiba, a partir del recitado casual de unos versos por parte de Dª. Maria Torres, componente y alma mater del grupo folclórico; la presencia y testimonio de Dª. Mercedes Morales; y la lectura del actual cónsul francés de una carta remitida a su predecesor de antaño por los náufragos supervivientes, en agradecimiento por el rescate y acogida de la población, supuso un solemne acto de reencuentro con nuestra historia y una prueba más del rigor que determina el trabajo de esta formación musical.


Pero, a nuestro juicio, la carga más emotiva de esta nueva producción discográfica viene contenida en los aires más sentidos de nuestro folclore: la malagueña, y la folía, con los que Paiba realiza una exaltación a dos personas cuyas obras y cualidades personales han constituido todo un ejemplo y un referente vital para el Pueblo de San Andrés, y por extensión, para todo el suelo canario. Nos referimos a Dª. Maria Torres Díaz, solista octogenaria del Grupo Folclórico Paiba y principal precursora e inspiradora de esta formación musical; así como al fallecido Paco Bello, queridísimo párroco de San Andrés, cuya arrolladora idiosincrasia marcó la espiritualidad y el ideario de todos cuantos tuvieron el privilegio de conocerle.

Las “Malagueñas del Pescador” de este nuevo disco, surgidas como justo tributo a los anhelos y el sufrimiento de quien aguarda la llegada de las barcas tras el arreciar de un mar inmisericorde, cobran renovado sentido al inmortalizarse en ellas la ternura de la voz de Dª. Maria, que sin ella haberlo advertido, fue grabada para esta feliz ocasión. El agasajo de sus amigos, y la grata sorpresa de tal reconocimiento fue motivo de su espontánea alegría y la más bella muestra de la generosidad con la que Paiba trata a todos sus amigos.

Las “Folias a Paco Bello” vienen a colmar el deseo de Paiba en hacer pública la admiración y el respeto a la memoria de un hombre cuyo proceder y pensamiento determinaron hondamente una conciencia colectiva fundamentada en la fraternidad de los hombres y el profundo amor a la Patria Canaria. De su apasionada trayectoria ha quedado una estela en las mentes y en los corazones de los habitantes de San Andrés, que ha impreso en ellos un claro sentimiento de pertenecer a un lugar donde sentirse orgullosos de su condición de canarios. Al cariñoso acto acudieron familiares y amigos desde la isla de Gran Canaria, tierra natal de Paco Bello, quienes se adhirieron a su recuerdo, como el cantante José Vélez, contando entrañables vivencias en torno a la figura del homenajeado.

Y es que el Grupo Folclórico Paiba a lo largo de su trayectoria siempre se ha distinguido por la generosidad en reconocer la labor de sus amigos y compañeros, como los afamados cantadores Lita Fránquis, Domingo Torres, Marcelino Rodríguez y Luis León; además de los ahora mencionados. El esfuerzo de todos sus componentes, como Francisco Melián, los hermanos David, Coré y Benjamín Cova, Conrado Acosta…y tantos otros, se disipan en el bien de la colectividad. Paiba, lejos de los personalismos y de la autopromoción, siempre ha sabido enfocar sus motivaciones en las aportaciones individuales al bien común, representado en la voluntad de ofrecer la mejor imagen de su pueblo. Un Pueblo, donde sin duda, su mayor virtud es la calidad humana de su gente.

Félix Román Morales para Artistasenred.

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